Que pasara por la mente de una persona al
tratar de quitarse la vida, o cual será la situación tan extrema que lo lleve a
una decisión tan fuerte que lo único que pase por su mente sea el dejarse caer
en los brazos de la muerte en ese eterno arrullo.
Por mi cabeza pasan dos cosas: el número exacto
de pastillas frente a mí; 47 Corontel de 5 mg y el otro pensamiento es de quien
me despediría. Y no es asunto fácil hay mucha gente en mi vida a las cuales me gustaría
decirles adiós o al menos como me he sentido por algo que han hecho, el primer
reflejo es la familia, que decirles cómo hacerles ver que no está bien que te
juzguen sin saber realmente como son las cosas, como llegar y decirles yo no
soy su bolsa para desquitarse, he estado aquí años tratando de hacerlos sentir
orgullosos he cometido errores pero también los he enmendado, no soy un muñeco
que puedan hacer que me comporte como ustedes quieren porque no soy una copia
de ustedes, he creado mi personalidad y mi forma de ser, acéptenla y ya.
Así como a otros decirles perdón por no
dedicarles el tiempo necesario, sabía que estaban allí, sin embargo pensé que
lo estarían para siempre.
Al amor, despedirse del amor es lo más difícil,
no encuentras palabras o quizás ya no encuentras al amor, como decirle perdón,
deje que te perdieras y cuando volví a encontrarte ya no eras lo que yo
recordaba, e insistí porque creí que podía recuperarte pero no entendí o
entendimos que habíamos terminado hace mucho tiempo y que la costumbre fue lo
que nos llevó a estar juntos, la libertad que ganas ahora con mi muerte va más
allá de la que no supe darte, pero agradezco
cada momento, cada viaje, cada estrella, cada gesto. Y perdona por tenerte a mi
lado sin vos quererlo, me costó mucho entender que era yo quien te mantenía
aquí cuando tus alas ya te llevaban en otras direcciones.
A los amigos, pero no los de pacotilla, no los
que te dicen te quiero un día y al otro están hablando de vos con personas que
no te son agradables, sino a los de verdad a los que llamas familia, decirles adiós
es tan duro como tomar la decisión de desaparecer, pero si debo decirles que lo
di todos por ustedes, hasta puse a un lado mi orgullo y mi voluntad con tal de
compartir una sonrisa, no recuerden los tragos amargos si siempre supimos
darnos una palabra de tiempo, no malinterpreten palabras ni mensajes por que
ustedes están más allá de unas simples palabras, nunca dejen de gastar tiempo
en verse aunque sea para abrazarse, vivan en plenitud cada segundo, sean
valientes y siempre sonrían por lo
vivido.
Las despedidas siempre son las más difíciles, escribí
la frase pensando en esas personas que se quitan la vid y tratando de
desenmarañar esa respuesta que se llevan en su muerte, ¿Qué está pasando por su
cabeza en ese momento? ¿Qué los lleva a tomar esa decisión?
Es un momento en que todos deberíamos hacernos
esa pregunta y al pensar en quien nos despediríamos entonces ir y ser sinceros,
no solo con esas personas sino con uno mismo, la vida es corta, y todos tenemos
una espada de Damocles sobre nuestra cabeza, sujeta un débil hilo, algunos tenemos más conciencia
de ello o un diagnóstico médico, pero no tenemos asegurado el mañana, sino solo
un presente y la vida no está para tratar de hacer feliz a los demás sino ser
feliz yo.
PD: si tenía frente a mí 47 pastillas pero porque
estaba viendo cuantas me quedaban, debo tomar una a diario, en cuanto a pensar
quitarme la vida, no en este momento, al menos no hoy.